lunes, 6 de agosto de 2012

Hola a todo el mundo, acá Hitsuzen quien no anda del mejor humor pero sin embargo vino a saludarlos porque los extrañaba quiere retrasar la tarea Teniendo en cuenta el cúmulo de tarea y situaciones personales que tengo, no encontre mejor forma de distraerme que con este blog que ya andaba medio abandonado...
En fin, traigo una reseña cortita... ''El Honor del Silencio'', de la conocidísima autora de novela rosa Danielle Steel tenganme piedad, todos tenemos un momento en el cual necesitamos un poco de esto La historia comienza en la primera parte del siglo XX, previa a la Segunda Guerra Mundial. Hiroko es una estudiante japonesa enviada por sus padres a California, donde viven su tío y su familia, durante un año. Atrapada en un universo de múltiples contradicciones, entre el tradicionalismo japones y las novedades que los Estados Unidos brindan, debe desenvolverse en un ambiente totalmente ajeno al de ella: cuando arriba descubre que debe manejarse en el idioma ingles y dejar de lado su lengua materna y sufre todo tipo de discriminaciones debido a su etnia y al hecho de ser extranjera en un país donde descubre que no todo es de color de rosa. Se enamora de un profesor de Universidad y juntos deben afrontar los límites que una sociedad cerrada les impone. El verdadero problema ocurre cuando los japoneses atacan Pearl Harbor en Hawaii. A partir de ese momento toda la colonia japonesa es vista como enemigos y un potencial peligro por la gente y el gobierno: pronto deben rebajarse a todo tipo de humillaciones, amigos que le dan la espalda, ser desplazados de sus vidas y costumbres para terminar en distintos centros de reasignación viviendo en condiciones deplorables y vigilados por soldados. Todo empeora cuando Peter Jenkins, el enamorado de mi querida Hiroko debe irse a combatir a Europa. A partir de ese momento nuestra heroína debera aprender a manejarse sola y aprender lo que es el verdadero valor. Danielle Steel teje bien sentimientos como la crueldad, la piedad, la discriminación y la desesperación junto a la ternura. Y, definitivamente, algo que me ha ocurrido con pocos libros, me tuvo los pelos de punta hasta el final.
Ojala hayan tenido un buen Lunes todos porque yo no y un muy feliz Martes por mañana al resto de la población humana que lea esto... como dice German, abrazos psicológicos a todos. A que mi pesimismo no se huele, ¿no?

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